MADRID.- La ex presidenta interina de Bolivia Jeanine Áñez, de 54 años, ha afirmado este martes que “ya no quiere vivir” así como ha rechazado el medicamento que se le ha impuesto y que asegura desconocer, unas declaraciones que realiza tres días después de su intento de suicidio en la cárcel en la que cumple prisión preventiva desde marzo.
“Ya no quiero vivir. Mis hijos necesitan hacer su vida. Ya no quiero más medicamentos que no sé cuáles son. Pido por favor a mis carceleros que me digan qué estoy tomando”, ha demandado al ex mandataria en un mensaje publicado por su equipo en sus redes sociales.
Acompañando el mismo, los familiares y equipo de Áñez han aseverado que se encuentra “muy débil” y “sufre de forma permanente” debido a que “cada diez minutos ingresa alguien a su celda a preguntar, a espiar o no sabe a qué”. “Vive alerta, angustiada, sin descanso porque desconoce qué le van a hacer: si sedarla, envenenarla o trasladarla sin rumbo desconocido”, han lamentado.
Por otro lado, la ex presidenta ha sido trasladada este martes al hospital para someterse a exámenes médicos fuera de la cárcel en una medida tomada después de que se autolesionara en un intento de suicidio, tras confirmarse una ampliación de la denuncia de golpe de Estado por la cual está en detención preventiva.
“Ha sido traída para un estudio neurofisiológico, se trata de exámenes complementarios solicitados por una junta médica”, ha apuntado al respecto de la visita la doctora Mónica Molina, responsable del consultorio privado al que fue conducida la ex presidenta a media mañana, en medio de gran atención mediática.