Ecuador se ha convertido en uno de los países de paso de los haitianos que recorren el continente con destino Estados Unidos, fenómeno creciente desde junio y que torna a este colectivo en presa del lucrativo negocio del tráfico de migrantes.
Los pasos irregulares que jalonan el río Carchi, frontera natural entre Ecuador y Colombia, y que en el último lustro han visto cruzar en ambos sentidos a miles de venezolanos, se han convertido en los últimos meses en escenario de una nueva migración que recorre el continente y que también es guiada por decenas de coyoteros que conducen a familias enteras al territorio colombiano.
“Hace aproximadamente tres meses, un poco más, comenzó el éxodo de los migrantes de nacionalidad haitiana”, explica a Efe Fernando Villarroel, administrador de la terminal terrestre de la ciudad ecuatoriana de Tulcán, limítrofe con Colombia.
GOTEO DESDE JUNIO
A partir de junio calcula que han llegado a la terminal de autobuses entre 450 y 650 haitianos diariamente, procedentes en su mayoría de Huaquillas, frontera peruano-ecuatoriana al sur del país, que al igual que la de Rumichaca, entrada a suelo colombiano, permanecen oficialmente clausuradas desde el inicio de la pandemia.
El transporte directo en autobús es el medio elegido por la mayor parte de este flujo, aunque “los que no consiguen boleto directo llegan en transbordo desde Guayaquil, Quito, Ambato y Riobamba”, precisa Villarroel.
Esta nueva migración ha llevado a que una treintena de personas oriundas de Tulcán se hayan volcado al negocio del coyoterismo para “llevarlos hasta la otra frontera y pasan hasta (la localidad colombiana de) Ipiales”, a un precio “que va de los 15 a los 25 dólares por persona”, aclara el responsable de la terminal.
Se trata de un fenómeno “visible” entre la madrugada y el mediodía, cuando arriba el grueso de los autobuses cargados con haitianos, que no tardan en dirigirse en vehículos particulares y furgonetas hacia los pasos irregulares conducidos por los coyotes, con los que generalmente pactaron su periplo desde la divisoria peruana.
OPERATIVOS DE PREVENCIÓN
La Policía Nacional en coordinación con Fuerzas Armadas lleva a cabo operativos contra estas prácticas en las principales áreas donde arriban los migrantes, así como en los pasos irregulares como los de Urbina y Cuatro Esquinas, entre otros.
Algunas organizaciones dedicadas al tráfico de migrantes han sido desarticuladas en la provincia ecuatoriana fronteriza gracias a estos dispositivos en los que intervienen unidades de inteligencia y de la Policía Judicial, explicó a Efe el jefe de operaciones de la subzona Carchi, teniente coronel Alejandro Flores Borja. “Lamentablemente (los migrantes) son utilizados por gente inescrupulosa que engaña a estos ciudadanos extranjeros”, refirió el oficial, quien asegura que pueden llegar a ser extorsionados con pagos que superan los 1.000 dólares.
La disputa por el control de las trochas ha provocado esta semana enfrentamientos entre bandas, con tiroteos que han dejado el martes un herido y hace cuatro días un muerto, y la intervención de las fuerzas armadas de los dos países para restablecer la seguridad.
Fuente: EFE